El pasado 21 de octubre salió a la venta en castellano el libro del fantástico escritor John Carlin, «Rafa, mi historia» (Ediciones Urano-Octubre 2010) sobre las memorias de Rafael Nadal. Varias personas que me han visto con el libro en la mano me han comentado que Rafa solamente tiene 25 años para contar su historia biográfica. Es cierto que es joven y que aun le quedan años para ir completando su historia pero no es menos cierto que esta historia comienza cuando Rafa era un niño y que la vida de los deportistas profesionales no dura tanto como cualquiera de nuestras carreras profesionales. Y, en cualquier caso, en este libro hay una una gran historia con ejemplos ilustradores sobre cómo se ha forjado este mito y este líder deportivo.
A lo largo del libro, Rafa y su equipo van detallando, con ejemplos, la construcción de un autoliderazgo que ha llevado a Rafa al éxito basado en algunos de los valores que en este blog hemos venido ensalzando como los valores del líder del siglo XXI. Veamos:
– Juego interior: en la primera página Rafa habla de algo directamente relacionado con este blog, dice «…en un partido de tenis, la batalla más encarnizada que libro es con las voces que resuenan dentro de mi cabeza: quieres silenciarlo todo dentro de la mente, eliminarlo todo menos la competición, quieres concentrar cada átomo de tu ser en el punto que estas jugando. Si he cometido un error en el punto anterior, lo olvido; si se insinúa en el fondo de mi cabeza la idea de la victoria, la reprimo.» puro juego interior. La necesidad, como líderes de nuestras vidas que debemos ser, de manejar nuestra mente, de la importancia de trabajar nuestra cabeza. Como dice Forcades, preparador físico de Nadal, «el primer lugar donde hay que buscar la respuesta no es en las piernas ni los brazos, sino en la cabeza, la parte más frágil del cuerpo» Y esta parte todos la podemos trabajar.
– Trabajo y constancia: ante la final del Open USA que Nadal gana a Djokovic en 2009 y con el que logra vencer en cada uno de los Grand Slams, Rafa confirma el valor del trabajo y la constancia «…el talento solo no basta. Es el primer ladrillo pero encima de él tienes que amontonar el trabajo incesante y reiterado en el gimnasio, el trabajo en las pistas…Elegí ser tenista profesional y el resultado de aquella elección sólo podía ser una disciplina inquebrantable y un incesante deseo de mejorar» Pero no pensemos que Nadal no es humano, también sale de marcha y como señala la prueba viene el día siguiente y se pregunta si se salta el entrenamiento, la respuesta es clara » Si flaqueas una vez, flaqueras más veces» Rafael tiene en la palabra aguantar un mantra, ejemplo que lo vio en su tío Miguel Ángel Nadal, ex-jugador del Barcelona y de la Selección que dice «significa aprender a aceptar que si has de entrenar dos horas, entrenas dos horas; si has de entrenar cinco, entrenas cinco; si tiene que repetir un ejercicio cincuenta mil veces, lo repites….mientras das muestras de resistencia, tu vabeza se fortalece» Evidentemente Nadal tiene muchísimo talento pero lo que ha llegado a la gente, con lo que ha conectado, ha sido esa imagen de luchador, de trabajador incansable que Carlos Moya define perfectamente en el libro «el batallador es más identificable con lo humano; es más numeroso el público que se ve reflejado en el imperfecto Nadal que en el olímpico Federer» Las personas nos identificamos con el trabajador, con el que se esfuerza porque sabemos, que, a nuestro nivel, también podemos trabajar más, esforzarnos más. Sin embargo el talento natural no depende de nosotros.
– Humildad: Rafa señala «Cuando digo, al igual que Toni, que gran parte de la razón de mi éxito se debe a mi humildad, no estamos vendiendo la imagen de un timorato, ni haciendo relaciones públicas en plan listillos, ni dando a entender que soy un tipo muy equilibrado y moralmente superior…es saber que no vas a pisar la pista y ganar sólo con el talento que Dios te ha dado» El padre de Rafa cuando jugaba a fútbol de pequeño siempre le decía que ganase o perdiese fuera donde sus rivales a darles la mano, hoy a Rafa no le cuesta reconocer el buen juego de sus rivales haya perdido o ganado. Hay una frase que no aparece en el libro y que se la escuché a Toni Nadal que decía que si Rafa se creyese alguien importante por ser un gran jugador de tenis sería una gran estupidez porque sería como si alguien se creyese importante por ser bueno jugando al escondite. En este sentido el padre de Rafa, tras la histórica victoriaen Wimbledon ante Federar, dice: » …el día siguiente…no sentí más satisfacción que la que sé que sentiré, por ejemplo, el día que mi hija se licencie en la facultas. porque en definitiva, lo que quieres es que tus hijos sean felices y estén bien.»
-Aprender del error: en 2007 Nadal perdió ante Federer la final de Wimbledon en 5 sets tras 3 horas y 45 minutos de juego. Federer era favorito claro, y más tras la victoria del año anterior en el mismo escenario. Aunque Rafa se lo puso muy complicado Roger venció y Rafa quedó hundido. Pero otra oportunidad llegó nuevamente en 2008 y otra vez ante Federer. En esta ocasión, Nadal comenzó por delante dos set a cero pero Federer ganó los 2 siguientes. Otra dura prueba para Nadal. En la interrupción por la lluvia del 5º set, Nadal cuenta que su tío /también entrenador) bajó pensando que se iba a encontrar una Rafa hundido pero «no me había comprendido. Toni se basaba en el guión del año anterior, evidentemente tan obsesionado como el resto de la familia por el estado en que me encontraba tras la derrota. Pero yo operaba con un guión diferente» Rafa fue claro «Puede que al final a lo mejor gane Federer pero no voy a perder como el año pasado» Rafa en el 2007 había cometido errores (¡cómo cualquiera de nosotros en nuestro trabajo!) pero había aprendido de aquellas, los llamados errores constructivos, los que no debemos tener miedo de cometer.
Recomiendo a todo aquel que esté interesado en el liderazgo, la motivación, el trabajo de la mente, el coaching que se agencie el libro. Os invito a compartir opiniones tras leer el libro. A la espera.
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