En alguna ocasión ya hemos comentado que, desde hace un tiempo, el coaching está de moda. Ahora hay coach`s ejecutivos, empresariales, de vida, políticos, deportivos, de actores…vamos casi de cualquier materia que se nos pueda ocurrir.
El primer paso en este mundo del coaching es tener la titulación, cualquiera que sea el tipo de coaching y los centros donde formarse: instituciones especializados, universidades, escuelas de negocio, consultorías. Luego están las certificaciones, y tras todo ello, llega el momento de ponerlo en práctica, con los miedos del inicio, con clientes desconocidos y sin el apoyo del formador. Solos frente al reto.
Independientemente de la escuela, la formación, la titulación y la certificación que se tenga, creo que hay 4 claves en la puesta en práctica de todo lo aprendido (tal vez los más ortodoxos, discrepen pero para eso son mis claves)
– La forma de hacer coaching puede ser más o menos purista (sin olvidar la esencia) dependiendo del cliente, y se podrá dirigir más o menos la sesión, siempre teniendo en cuenta que las respuestas están en el cliente, pero la función esencial del coach es acompañar al cliente en el camino hacia su meta.
– El feeling entre coachee y coach es fundamental, si no hay feeling no habrá un buen proceso. Se debe generar un clima de confianza en el que las dos partes se encuentren cómodos, como en casa, donde el coachee puede sacar todo lo que lleva dentro, confesarse libremente y exprimirse hasta el final.
– El cliente tiene que creer que toda la fuerza reside en él, las respuestas están en él. El coach le dará el método para llevar adelante el proceso, utilizará herramientas, propondrá ejercicios pero la obtención de la meta será responsabilidad y mérito del cliente.
– El coach tiene que tener claro que el responsable de los objetivos es el coachee. Hay veces que cuando los procesos no terminan de arrancar, el coach empieza a darle vueltas a la situación, a buscar respuestas a las sesiones. La semilla del potencial la tiene el coachee. La responsabilidad del coach es estar presente, al 100% de su capacidad, en el proceso, ni más, ni menos.
Estas claves son fruto de dos sesiones que he tenido este fin de semana y que espero ir completando más adelante. De momento, ahí quedan.
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