Creo que ninguno de nosotros podrá negar que, además de una crisis socio-económica, esta sociedad lleva varios años sufriendo una profunda crisis de valores. Utilizando el símil de Vicente Del Bosque para referirse a la transición de la selección española de fútbol, hemos pasado demasiado rápido de pobres a ricos, y creo que no lo hemos sabido asimilar. Hemos vivido demasiado tiempo despilfarrando dinero pero sobre todo despilfarrando oportunidades de crecer como sociedad, permitiendo creer que a los destinos se llega por los caminos más cortos y que el éxito consiste en tener en lugar de ser y si es con el menor esfuerzo posible, mejor.
No obstante, esta crisis nos está sirviendo para poner nuestras velas de cara a otros vientos que nos llevarán rumbo a una nueva era. Para este viaje he elaborado un decálogo personal que, en síntesis, recoge una serie de valores / principios que he venido recogiendo en este blog de manera separada y que ahora he creído útil juntarlos y compartirlos. Como podréis ver, son valores interrelacionados e interconectados.
Utilizaré, principalmente, algunos ejemplos del mundo del deporte porque en el siglo XXI creo que es el espacio donde más ejemplos de liderazgo basado en valores estamos obteniendo. Ejemplos para nuestro días a día, para la vida personal y profesional. Ahí van, espero vuestros comentarios:
Utilizaré, principalmente, algunos ejemplos del mundo del deporte porque en el siglo XXI creo que es el espacio donde más ejemplos de liderazgo basado en valores estamos obteniendo. Ejemplos para nuestro días a día, para la vida personal y profesional. Ahí van, espero vuestros comentarios:
- Haz de tu pasión, tu profesión: considero que sentir pasión por lo que hacemos es la base fundamental de nuestra vida. Pep Guardiola en su discurso en el Parlamento de Cataluña dijo: » yo solamente tengo una cosa que considere mía: amo mi oficio. Siento pasión por mi oficio. Creedme: adoro mi oficio» Muchos suelen decir «si claro, con la pasta que cobran» pero es que el dinero no hace que sientas pasión por lo que haces. He conocido deportistas que no sentían pasión por lo que hacían, para ellos era solamente una profesión más. Por lo general, vivimos esperando a que lleguen las vacaciones, los fines de semana, a que nos toque la lotería, el euromillón o a que un mago nos cambie la vida. Y la única magia la tenemos nosotros, en nuestro interior, en nuestro potencial. ¿qué te limita a poder acercarte a lo que te apasiona? Y aunque ahora mismo no estemos haciendo algo que de verdad nos apasione, tenemos dos vías: que en nuestro día a día busquemos caminos para poder encontrar cosas que nos aporten, que nos motiven, que nos ilusionen y, por otro lado, paralelamente, trazar un plan de acción para acercarnos a esa pasión postergada.
- La acción como único método de cambio: el plan de acción tiene un verbo: ¡¡actuar!! eso que nos cuesta tanto. Pasamos mucho tiempo pensando en hacer cosas, demasiado diría yo…pero que bien se está en la zona de confort ¿verdad? es cómodo ¿no?. Uff actuar supone dar pasos hacia zonas desconocidas que nos producen inseguridad. Mejor bueno conocido que malo por conocer pero ¿y si lo que hay que conocer es mejor o, al menos, distinto? Para cambiar nuestra situación la única manera que tenemos es actuando. No hay otra fórmula.
- Recuperando el trabajo y el esfuerzo como valores: hemos creado unas generaciones que lo único que han vivido es el ejemplo del éxito fácil y sin esfuerzo, el camino para llegar al éxito tiene que ser corto y rápido y que hay que ganar mucho dinero con poco esfuerzo. Es hora de reivindicar el trabajo y el esfuerzo, pero no nos confundamos, no el trabajo en el sentido de castigo que la gente tiene interiorizando, sino el trabajo como desarrollo de la persona y en el que podamos desarrollar todo nuestro potencial, como instrumento para aportar mejoras a nuestro entorno. Trabajo para acercarte a lo que de verdad de apasiona, esfuerzo para llegar a la meta. Como dice Unai Emery el Talento tiene tres T: Talento, Trabajo y Tenacidad.
- El error cómo símbolo de avance: en nuestra sociedad cometer errores siempre ha estado muy penalizado: las risas de los compañeros en el colegio cuando dabas una respuesta incorrecta, cuando no conseguías subir la cuerda o saltar el potro en gimnasia, el miedo a las comparaciones por las notas, el que no te cojan en un proceso de selección, un negocio que nos ha salido mal…vamos pasando por la vida atemorizados por cometer errores, por fallar, por no ser igual de normales que los demás. Pues no, abogo por cometer errores en el camino hacia nuestros objetivos. Eso sí, aprendamos de ellos por favor. El error constructivo es un buen camino para avanzar, no estamos hablando del error gratuito, ni de cometer errores una y otras vez por la desidia de no querer aprende. No, hablamos del error en el camino por conseguir nuestros sueños, nuestros objetivos, por ser valientes y atrevidos. Aprendamos de ellos pero no tengamos miedo a cometerlos.
- Autoresponsabilidad: ya es hora de que dejemos de culpabilizar al resto del mundo de nuestras situación: a tu pareja, a tu jefe, a tu entrenador…todos se conjuran contra ti. Siempre benefician al compañero de equipo, de trabajo…¿y nuestra responsabilidad? Claro que es mucho más sencillo buscar al culpable lejos de nosotros, tan simple como que esa decisión nos mantiene alejados de la responsabilidad ¡ Ya está bien! centrémonos en nuestro circulo de influencia, donde podemos actuar, y hagamos lo más pequeño posible el circulo de preocupación. Esta en nuestras manos cómo queremos actuar ante situaciones externas, somos nosotros los que tenemos la llave de la reacción. Seamos conscientes de lo que pasa y responsamos con responsabilidad. El rival más fuerte a batir está en nosotros mismos. La cabecera de este blog ahora tiene una frase de Rafa Nadal que dice «en un partido de tenis, la batalla más encarnizada que libro es con las voces que resuenan dentro de mi cabeza» En el tenis y en la vida. ¿Os suena esa vocecita que os habla y os dice » no puedes más, déjalo» «para que lo vas a intentar, si no lo vas a conseguir» ? Ese es el rival que tenemos que batir siendo conscientes que está en nuestra mano hacerlo.
- Derechos sí, obligaciones también: en esta última década ha crecido el de exigir mis derechos pero luego de las obligaciones, ya hablaremos. Es cierto que a medida que han pasado los años las protecciones en todos los ámbitos de la vida han ido creciendo pero cuando llega la vuelta de la moneda que es dar respuesta a las obligaciones de cada uno de nosotros, nos cuesta dar el paso. Es muy palpable en el mundo laboral, donde en multitud de casos las personas que más exigen que se cumplan y se respeten sus derechos, luego son los que no cumplen con sus obligaciones, Por supuesto, hay que exigir que se respeten los derechos, pero hay que defender con las misma vehemencia en cumplimiento de nuestras obligaciones.
- Espera poco, exigete mucho: las personas, de manera general, solemos tener un concepto de nosotros mismo muy superior a la valoración objetiva a la que nos podamos ver sometidos en un momento dado. Ascensos que no se obtienen en el trabajo, cambios de puesto no esperados, jugadores que no tienen los suficientes minutos, cambios en los partidos cuando creemos que debemos seguir, etc. Por ello la fórmula perfecta proviene de un proverbio de Confucio que ya utilizamos en este blog: «Exigete mucho a ti mismo y espera poco de los demás. Así te ahorrarás disgustos» Ese es tu círculo de influencia, ahí es donde puedes atacar. De nosotros no dependerán ciertas decisiones pero si depende de nosotros haberlo dado todo.
- Cooperando siempre obtendrás algo positivo: en esta era donde los emprendedores van a ser el espejo de un nuevo modelo y en el que las redes sociales nos conectan con personas que jamás hubieras conocido por los antiguos canales de comunicación, la cooperación y las redes de contactos son fundamentales. No con un objetivo de cooperar únicamente para obtener beneficios en nuestra actividad base, sino como una forma de compartir y, sobre todo, de aprender. Ser lo suficiente humildes como para darnos cuenta que en este mundo hay muchísima gente que nos proporciona fuentes de las que podemos beber, casi de manera literal, experiencias personales y profesionales de un valor espectacular. Aunque puedan ser nuestra competencia, da igual, cuanto más cooperemos más nos desarrollaremos todos. Ahí fuera hay gente fantástica y maravillosa.
- El fin es importante pero el cómo también: no, no todo vale para llegar. Cuando Mourinho llegó a España, hice una comparación de su liderazgo con el de Guardiola y, en definitiva, no había muchas diferencias, era un liderazgo compartido. Hoy creo que en la gestión de sus equipos, probablemente y desde mi desconocimiento más allá de la publicado en la prensa, sigan manteniendo similitudes. Ahora bien, todo lo que se ha llevado Mourinho por delante en estos dos años para ganar una copa y una liga, según mi opinión, no merece la pena. De Guardiola se dice, ya lo hemos comentado anteriormente, que hace un papel en público. Yo solamente puedo juzgar su comportamiento en estos años y no cansaré de agradecerle que nos haya demostrado que con valores a los que no se puede renunciar: respeto, coherencia, honestidad y humildad, también se puede llegar a ser el mejor del mundo en tu trabajo.
- Mejores personas para un mundo mejor: ¿qué es ser mejor persona? Para mi ser mejor persona es respetar la cola del autobús, ceder el asiento a una persona con dificultades, no molestar con mi gritos a otras personas, intentar ser más empático, no molestar a otras personas en el cine, es decir, respetar las normas que tenemos en nuestra sociedad y en el entorno… Ser mejor persona no se limita a nuestra vida en la calle, también se refiere al trabajo (cumpliendo las normas establecidas y respetando a los compañeros), al deporte (los padres que van a ver los partidos de sus hijos, el respeto a los otros jugadores y aficiones) En este sentido os quería poner un ejemplo: el martes mientras caminaba por la T-4 de Barajas para coger el vuelo de regreso a casa, me cruce con una señora que preguntaba a un chico de peto amarillo como podía llegar a otra terminal. El chico se lo explicó pero cuando la mujer se alejaba dijo en voz alta «la próxima vez no me pongo el peto amarillo así nadie me preguntará» Y yo pensé que en lugar de estar satisfecho por hacer ayudado a una persona, se mostraba fastidiado porque le habían interrumpido. Estas cosas son las que tenemos que conseguir cambiar, ayudar a una persona debería ser algo para alegrarse y no para estar fastidiado. Creemos un mundo de mejores personas para un mundo mejor.
Un post redondo Gorka! Quizás el más completo y comprometido que te he leído. Estando muy de acuerdo en tus ideas, por apostillar algo más que de algún modo puede complementar lo que ya afirmas, me parecen claves la ética y el compromiso personal con la idea del "bien común".
Ser ciudadanos informados y activos frente a las injusticias, los abusos de poder, los desmanes políticos, la corrupción…
El día que de verdad se entienda esto y pongamos en práctica este "activismo responsable" empezaré a creer ( bueno, ya lo hago..) que vamos a cambiar el mundo de verdad. Merece la pena intentarlo y cuentas conmigo para hacerlo, Gorka!
Abrazo
En primer lugar, sabiendo lo ocupado que andas, mil gracias por la aportación tan valiosa al blog, y por supuesto por seguir pasándote de vez en cuando, aunque la competencia por cantidad y calidad que hay por ahí fuera sea muy dura.
Claro que podemos cambiar el mundo!! cada día, en nuestro entorno, tenemos esa posibilidad. Sabes que estoy alejado de movimientos de reciente creación por eso voy un poco con mi libre pensamiento que coge cosas de aquí y de allá y también de mi experiencia, y creo que en ese camino nos encontramos muchas veces, diría que casi siempre.
Desde luego me apunto a un mundo de más Kotxeans y de más soñadores entre los locos aunque no tengan que ser indignados.
Por último agradecerte tus palabras ya que a pesar de la amistad, o sobre todo por ella, soy consciente de tu sinceridad!!
Un abrazo.