Esta semana conocíamos la muerte de Stephen R. Covey (1932-2012) autor del libro mundialmente conocido «Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva»(Paídos.1989). Este libro, imprescindible entre las personas que trabajan en su liderazgo y desarrollo personal, no es un libro de leer y dejarlo en la estantería. Es un libro de mesa, de subrayar, de marcar, de releer, es un libro-mapa que nos puedo guiar en nuestro crecimiento personal.
Recuerdo que en el primer módulo del Master de Recursos Humanos, nos recomendaron una serie de lecturas de las que cada uno de nosotros debía escoger un libro. Aunque el experto de ese módulo hizo verdadero énfasis en el libro de los 7 hábitos, yo opté por «Jugar con ventaja» (Salomé De Diego y Cristina Sagredo. Alianza Deporte.1992), un libro de claves de psicología deportiva que pensaba me servirían para aplicar en el mundo de la empresa. A los que eligieron el libro de Covey les pedían directamente el libro, y cual fue mi sorpresa al llegar un día a clase y ver una pila de libros rojos. Diría que practicamente el 80 o 90% de la clase había elegido este libro. Por supuesto, tras leer, el libro que escogí fui directamente a la librería a por el libro de Covey y me lo leí del tirón, subrayando, marcando, volviendo a leer. Me hice una cartulina gigante recogiendo cada uno de los siete hábitos mientas iba leyéndolos.
Soy consciente que mucha gente se aleja de este tipo de libros, que en cuanto oye que son libros, denominados, de auto ayuda huye despavorida porque consideran que es una especie de engaño o que si alguien les ve con un libro así qué pensarán (cada ves menos). Creo que la clave para saber diferenciar libros de este genero es simplemente la lectura de los mismos ya que una vez que empiezas la lectura, se suelen reconocer con relativa facilidad los que realmente te van a aportar y los que carecen de sustancia. En este caso, no hay ningún genero de duda, «Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva», es sin duda uno de los mejores libros sobre el auto liderazgo que he leído. Lo dicho, imprescindible. Gracias Stephen R. Covey (DEP)
Yo agradezco a Covey por sua aportes, el dia lunes estuvimos hablando de él en una clase, vimos uno de sus videos y comentamos uno de sus libros y al dia siguiente, supe la infausta noticia, no creo que sea casualidad. Dejo una huella profunda, trascendental.