En la entrada del día 23 de diciembre titulada «Sin excusas», os invitaba a ver la charla que Kyle Maynar ofreció a los jugadores de la cantera del Barça. Al final de esa charla, cuando Kyle habla que debemos centrarnos en nuestra zona de influencia y olvidarnos de lo que hacen los demás, nos pone como ejemplo que él cuando era pequeño rogaba, rezaba, pedía… continuamente levantarse con brazos y piernas pero sabía que por mucho que lo deseara nunca pasaría. Ahora Kyle dice que ese ha sido el regalo más grande que le han dado y que si ahora tuviera la oportunidad de volver a nacer con brazos y piernas, no lo haría.
Teresa Perales, es la deportista española con más medallas olímpicas ya que en su palmares brillan 22 medallas, las últimas conseguidas en las Paralimpiadas de Londres 2012, igualando al mito Michael Phelps. Pero Teresa no es únicamente una deportista de alto nivel, es además, entre otras cosas, esposa y madre, conferenciante, diplomada en Fisioterapia y Experta en Coaching personal y deportivo. Había oído hablar de ella por sus éxitos deportivos e incluso por su formación en coaching pero hasta hace un par de semanas no había leído ninguna de sus entrevistas y aunque de una mujer así esperas grandes cosas, sus palabras me hicieron reflexionar mucho. Teresa en la entrevista señala que «no cambiaría por nada en el mundo mi vida de ahora» y ante la pregunta de si se siente feliz, respondía: «Soy superfeliz, tengo muchos motivos para serlo, y creo que estoy viviendo un momento muy bonito…Estoy en una etapa personal maravillosa. Pero me doy cuenta de que siempre voy teniendo algo mejor» Estas palabras han retumbado en mi cabeza durante días ¿a cuántas personas he leído una respuesta así? Poquísimas. Si quereis saber más de Teresa Perales y leer su blog lo podeis hacer en el siguiente enlace http://teresaperales.es
Hoy quería hablar de estas dos historias, ya que al ver las sonrisas, las palabras y la felicidad que desprenden tanto Kyle como Teresa, me he preguntado por la razón de que dos personas con estas dificultades, con estas «limitaciones» sean tan felices y muchos de nosotros, con plenas facultades físicas, nos pasemos gran parte de nuestro tiempo quejándonos. Ninguno de los dos cambiaría sus vidas, no piden volver a andar, no piden nada más de lo que tienen y creo que esa es una reflexión que todos deberíamos realizar. Creo que estas dos historias son ejemplo de la fuerza de la voluntad, de la fuerza interior de cada persona, si ellos pueden ¿por qué tú / nosotros no?. La próxima vez que diga (mos) nos puedo, pensemos en ellos, tal vez nos ayuden a cambiar de pensamiento.
Gracias Kyle y Teresa por ser ejemplo y motivación para cada día.
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