Creo que por aquel entonces yo era cadete o juvenil de primer año, ya no recuerdo muy bien las categorías, y Xabi Alonso sería alevín o infantil, el caso es que le llevo 4 años y que aquel sábado nosotros jugábamos nuestro partido más tarde que su Antiguoko. Ya por aquel entonces en nuestro querido barrio «antiguotarra» se oían maravillas de aquel equipo, en el que también estaba Mikel Arteta, así que decidí acercarme pronto a ver su partido. En aquella época el campo todavía era de gravilla, entonces los campos de hierba artificial eran una excepción, con la dificultad para jugar a fútbol y las consecuentes heridas de guerra que a muchos nos han quedado. La verdad que entre la gente se hablaba especialmente de Arteta, al que comparaban con Romario pero, sin querer ponerme ningún tipo de medalla, a mi el fútbol de escuela de aquel pequeño pelirrojo que dominaba el centro del campo como si tuviera 25 años me enamoró. Era como ver a un pequeño medio centro de primera división en miniatura. Posteriormente, la trayectoria de Xabi me confirmó aquella primera impresión.
La editorial Al Poste acaba de publicar el libro «Xabi Alonso. Un modelo de futbolista» de Enrique Marín donde se repasa la trayectoria futbolistica y personal de Xabi y, como el propio título del libro dice, se le presenta como un modelo de futbolista. Personalmente he tenido un trato con Xabi bastante testimonial: algún encuentro en Berio, alguna cerveza por la parte vieja, saludos fugaces, un mini torneo de tenis junto a su hermano y un amigo y poco más pero de todo esto y de otras cosas que me han contado como, por ejemplo, su hospitalidad en su etapa en el Liverpool, tengo la misma imagen de Xabi Alonso que se traslada en el libro: discreto, humilde, educado y nada endiosado.
Ahora bien, aunque me resultan inverosímiles algunas cosas que se escriben en la prensa de Barcelona, el Xabi Alonso de la era Mou no es el que más me ha gustado. Cuando Mou llegó al Madrid, en este blog escribí sobre las similitudes entre los liderazgos de Guardiola y Mou que el propio entrenador luso ha ido enterrando. Había algo que siempre me había llamado la atenciónde los equipos a los que Mou había dirigido y era el vínculo con sus jugaodres, Sin embargo, el cambio en el comportamiento de Mou, respaldado por el club, ha arrastrado a algunos de sus jugadores a actitudes no muy ejemplares, al menos, dentro del terreno de juego. Es verdad, como también se reconoce en el libro, que los Barça-Madrid han dañado mucho la imagen de jugadores de ambos equipos y, sinceramente, pensaba que Xabi no sería uno de ellos pero, desgraciadamente, así ha sido. Espero que esta época no deje en la gente un recuerdo equivocado de Xabi.
Por otro lado, hay una cosa que dice Xabi con la que no estoy de acuerdo ya que señala que «no me planteo que los futbolistas tengamos que ser por obligación un ejemplo. Igual no quiero tener la responsabilidad de ser ejemplo para los niños. Igual es demasiada responsabilidad y no quiero cargar con ella, también quiero tener mi libertad» De acuerdo en que los deportistas profesionales también deban tener su libertad pero no pueden desprenderse de su responsabilidad como modelos, especialmente de cara a los niños. No es una opción ya que los niños, y no tan niños, los siguen como modelos, como referentes y deben aprovechar esa oportunidad para trasladar valores positivos para la sociedad, más hoy en día cuando cuesta encontrar referentes en otras disciplinas.
Mi conclusión, a pesar de los últimos comportamientos en los enfrentamiento con el Barça, es que Xabi Alonso sí es un modelo de futbolista, dentro del campo y, especialmente, fuera del mismo. Este libro va ser un regalo muy valioso para alguno de mis coachees.
Mila esker Xabi y Enrique.
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