Aunque este blog tuvo una raíz en sus inicios y ha ido evolucionando paralelamente a mi especialización en el coaching deportivo no podía dejar pasar la oportunidad de dar las gracias a Gabriel García Márquez, ese gran maestro que nos acaba de dejar.
Principalmente gracias por hacer crecer en mi el amor por la lectura. Desde que recuerdo siempre me gusto leer pero comencé a entender y apreciar la lectura con un libro marrón de tapa dura que rescaté de las típicas colecciones de libros que, en ocasiones, servían para adornar los muebles. Allí, en aquel libro sin indicios, conocí a Santiago Nasar y la «Crónica de una muerte anunciada» comenzando mi enamoramiento por la escritura de Gabo. Posteriormente pasé por el desvelo nocturno con «El amor en los tiempos del cólera» (primer libro que regalé a mi mujer), el deseo de haber nacido en Mancondo y ser un Buendia con «Cien años de soledad», la lectura repetida de los «12 cuentos peregrinos» o ser un putero triste que encuentra el amor al filo de la muerte «Memorias de mis putas tristes». Tantos viajes imaginarios a los que Gabriel Garcia Márquez me trasladó, tantas noches sin poder apagar la luz por quedarme un poquito más en esos mundos, tanta felicidad en aquellas palabras…
Se sabía que Gabo estaba malito pero al escuchar la noticia de su muerte me invadió una extraña pena bañada en melancolía. Luego me recuperé leyendo tantas cosas bonitas que la gente escribía en las redes, ¡qué mejor que dejarnos con todas esas sensaciones! ¡qué mejor que partir hacia otros lares sabiendo que aquí muchos siempre le recordaremos! Gabo, te aseguró que mis hijas sabrán de ti.
Descansa amigo. Un agradecido lector.
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