Hace ya un tiempo que escribí en este mismo blog el daño que estaban haciendo determinados programas de televisión a la profesión de coach. De esto me dí cuenta directamente cuando la madre de un deportista con el que iba a trabajar y no sabía muy bien qué era esto del coaching me preguntó ¿es eso que hace Bisbal con los cantantes? Ahí saltaron todas las alarmas.
Hace unas semana me comentaron que en ETB2 (canal autonómico vasco de televisión) había empezado un programa llamado «El gran salto» en la que participaban varios coachs que trabajaban con emprendedores para sacar adelante sus proyectos. Al final el concursante que mejor llevará adelante su idea ganaría el premio de 12.000€. Me pareció muy interesante e ilusionante ver que también en el País Vasco ya se empezaba a reconocer el coaching.
Cual fue mi sorpresas al ver el programa que la labor que desempeñan los coachs están mucho más cerca de funciones de consultoría o de mentoring que de coaching. En mi experiencia como coach no diría que soy de un perfil de coach que aplica el coaching puro, basado únicamente en preguntas, un coaching ortodoxo en esencia. No obstante sí creo que en todo proceso de coaching hay una base que mantener y que creo, claramente, en este programa no se cumple. Las directrices por parte de los «coachs» son muy claras, dirigen y corrigen a los supuestos coachees, incluso llegando al punto de decirles qué quieren de ellos en sus vidas. Escribo este post porque estas «publicidades» engañan a la gente con respecto a la labor de un coach ya que luego hay personas que se presentan en procesos esperando que le des respuesta a lo que les va mal, le digas lo que tiene que hacer y les resuelvas sus problemas.
Creo que es muy diferente el acompañamiento en el camino a una meta que el empujón de cara a conseguir esa meta. Soy consciente que el coaching está de moda pero también de que la moda pasará y, tras una limpieza natural, quedarán los que de verdad generan y aportan valor. Mientras tanto sería bueno no confundir a la gente. Si se hace un trabajo con expertos, con consultores o mentores no pasa nada por indicarlo así. Personalmente el programa «El gran salto» me parece interesante pero está más cercano a denominarse el «El gran empujón».
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