Ayer conocíamos la noticia del fallecimiento de Manolo Preciado (1957-2012) entrenador de fútbol en equipos como el Racing de Santander, Sporting de Gijón o Levante. Pero, desde la distancia, más que por se un gran entrenador, la mayoría de la gente le admiramos por ser una persona natural, honesta, optimista y muchos más adjetivos que podríamos añadir. Eso desde la distancia.
Lo que hace que esos adjetivos se vuelvan cercanos, es la sensación de tristeza que tuve al enterarme de la noticia. Cuando un ser al que no conoces de nada te crea esa sensación de fastidio es que algo te ha ganado de su personalidad. Por eso quería rendirle mi pequeño homenaje en la reflexión del mes de este blog, como ejemplo de superación personal de un hombre que perdió a su esposa, a su hijo y a su padre, y que ha fallecido a los 54 años.
Seguro que la habéis oído o leído en estas últimas horas pero creo que estas palabras son el mejor legado de este amigo desconocido:
“La vida me ha golpeado fuerte. Podía haberme hecho vulnerable y acabar pegándome un tiro, o podía mirar al cielo y crecer. Elegí la segunda opción”
Son de esas personas que no te dejan indiferentes, y que te acercan por su naturalidad a la hora de llevar a personas. Gracias. Carles Marcos
Gracias Carles!!! por tu comentario y por seguir el blog. Un auténtico placer. Gracias, de verdad.