Mas allá de análisis futbolísticos y de valorar los triunfos, hoy es un día para dar las gracias a Pep Guardiola por un estilo de entender el deporte, el fútbol, y la vida. Nos ha dejado un ejemplo de éxito basado en la pasión, el trabajo, la humildad y el respeto. Sí, nos ha demostrado que así también se puede ganar.
El año de su presentación, Pep dijo «¡¡apretaros los cinturones que lo pasaréis bien!!» y tanto que lo hemos pasado bien. Posiblemente ha sido el equipo que mejor fútbol ha hecho en la historia de este deporte, desde luego el mejor que yo he visto. Nos ha hecho disfrutar de unos jugadores comprometidos con la idea de su entrenador, un coach que ha arrastrado con el ejemplo a todos ellos.     
Son diversos los caminos que llevan al éxito y, en mi opinión, el legado que nos deja Pep en este sentido, es de un valor incalculable. Creo firmemente que, tras esta etapa, hay un antes y un después en la gestión de un club y de las personas que lo componen. Mucho critican a Guardiola el haber interpretado un papel pero ¿sabéis? a mi el Pep que hemos vivido estos 4 años, me ha ganado absolutamente. Bendito papel si sirve para crear un modelo de comportamiento. Más de una vez hemos escrito en este blog sobre su liderazgo y creo que todos los que nos gusta este mundo (por mucho que al propio Pep no le parezca) hemos ganado un modelo de liderazgo para el siglo XXI. 
Guardiola ha llevado a la máxima expresión el valor de la pasión en lo que hacemos, cuando la mayoría de las personas no son capaces de encontrar lo que de verdad les apasiona en la vida. Hace unos meses escribíamos en este blog sobre una entrevista en la que Pep decía: «El año que dejé de jugar me invitaron para dar unas charlas y fui a algunos colegios. Yo les decía «Mirad, cuando vayáis a dormir apagad la luz y pensad qué os gusta hacer ¿Qué os gusta? ¿Te gusta todo el día ir a la montaña a coger caracoles? ¡Pues dedícate a eso!» Yo el consejo que les daré a mis hijos es que procuren hacer algo que les guste ¿Qué luego se dan cuenta que han metido la pata? Pues han metido la pata. Veremos si en el proceso tiene la suerte de darse cuenta y rectificar. El drama es que cuesta saber lo que te gusta»
Hoy un amigo me escribía que la clase se demuestra cuando uno comienza por ser valiente consigo mismo y saber abrir la puerta a tiempo. Suscribo lo que dice pero cambiaría la palabra clase por honestidad. Cuando la gran mayoría se aferran a puestos terriblemente bien pagados, Guardiola ha dicho ¡basta! Está vacío y no puede dar más. La última lección de Pep. 
Ya cuento los días para verle entrenar de nuevo, para disfrutar de la magia de convertir un grupo en un equipo de creyentes. ¡Grácies Pep!