Recientemente he tenido varias experiencias en las que me ha servido mucho la frase de Confuncio que este mes comparto con vosotros como frase del mes de octubre. Generalmente, queremos que los demás valoren nuestro trabajo, nuestros actos, nuestros esfuerzos, etc. en la misma medida que nosotros lo hacemos internamente. No solo eso, además esperamos que el resultado, la recompensa, debe estar a la altura de nuestras expectativas, y si no es así, nos frustramos, nos enfadamos. Esto sucede mucho en nuestro desarrollo profesional, cuando nos tienen que evaluar, cuando pasamos una valoración o un proceso de selección. Nos enfadamos por el ascenso de un compañero, con la nota que es inferior a la de otra persona de nuestra empresa o nos frustramos porque no nos han elegido en un proceso de selección. Tendemos a buscar la explicación en el vecino, la culpa en el exterior. La última de las acciones será la de reflexionar sobre nuestra responsabilidad en el resultado final. Por todo ello, creo que esta frase de Confuncio nos puede ayudar en el camino de ser responsables con nosotros mismos, en tener presente nuestro grado de responsabilidad en nuestro futuro.
«Exígete mucho a ti mismo y espera poco de los demás. Así te ahorraras disgustos» (Confucio 551 a.C-479 a.C)
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