Tengo que reconocer que no soy un habitual del programa Redes, presentado por Eduardo Punset, pero el domingo me encontré con un interesante programa sobre el sistema educativo en que se entrevistaba al líder en educación y creatividad Ken Robinson, quien afirma que la educación está reprimiendo talentos y habilidades de muchos estudiantes, y que está matando su motivación por aprender. Según Ken Robinson, los sistemas educativos están desfasados, se crearon en el pasado para responder a retos diferentes, volviéndose limitados.
Para Ken Robinson la educación tiene, o debería tener, un triple objetivo: económico, cultural y personal; y en este último objetivo, señala Ken, esperamos del sistema educativo que nos ayude a convertirnos en la mejor versión de nosotros mismos, que nos ayude a descubrir nuestro talento, y sin embargo la educación ha fracasado de manera estrepitosa, puesto que muchos acaban sus estudios sin descubrir lo que se les da bien, sin descubrir sus talentos.
En referencia al objetivo personal del sistema educativo que señala Ken Robinson, seguro que a muchos os suenan frases como: «¿vas a estudiar eso que no tiene futuro?» o «haciendo eso te morirás de hambre» o «esa carrera es para gente que no quieren pegar palo al agua». Han sido frases de padres y profesores que, generalmente, se han empleado ante la revelación de un hijo o hija que quería ser escritor, músico, actor, bailarín, historiador, etc. En mi caso, estoy convencido que ningún profesor de mi primera ikastola (colegio en el País Vasco) hubiera previsto mi trayectoria formativa y profesional. Reconozco que en mis primeras etapas no fui un estudiante brillante pero esta situación se revertió en determinadas asignaturas de la carrera, al hacer el Master de Recursos Humanos o en la certificación en coaching ¿El motivo? principalmente la pasión, el interés al encontrar lo que verdaderamente te gusta, eso que te motiva. Con este ejemplo quiere reflejar que muchos niños pasan por las escuelas sin saber lo que les gusta y encontrar su talento, su potencial, sin conocer realmente sus capacidades, y esta situación termina con adultos frustrados en sus puestos de trabajo.
Me quiero quedar con una reflexión de Mark Prensky, escritor y consultor especialista en aprendizaje, que señala que el trabajo de los profesores es dar luz a los estudiantes y ¿cómo dar luz? sencillamente con lo que les apasiona. Eso es lo que hay que descubrir, ese es el reto.
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