Llegar a las 21.00 de la noche a casa tras salir a las 7.00 de la mañana o llegar a las 20.00 tras un viaje de ida y vuelta a Madrid, con despegue a las 7.30, es agotador, no lo niego, y también es un gran sacrificio. Pero terminar el día con personas fantásticas, deportistas fantásticos, que reflexionan, que trabajan, que disfrutan, que se superan, que sufren, que ríen y lloran, que comenten errores y aprenden, que se revelan, que lo intentan y lo vuelven a intentar, que son constantes, que desprenden pasión, que luchan, que se esfuerzan, que salen a cazar sus sueños y que sobre todo ACTÚAN con mayúsculas, es ¡¡¡maravilloso!!! Es un chute de pasión, una recarga brutal de energía y de vida. Deportistas fantásticos, personas fantásticas, a las que tengo el autentico privilegio de acompañar en su apasionante camino, y de las que aprendo, disfruto y sobre todo a las que admiro. Ellos lo saben pero quería compartirlo desde este especial rincón.
Personas fantásticas, deportistas fantásticos.
Articulos relacionados
Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.
Deja un comentario