El surfista zarauztarra Aritz Aranburu vuelve, tras su paso en 2007, a la máxima categoría del surf mundial, el WCT, donde compiten los 32 mejores surfista del mundo. En una ilustrativa entrevista de Xuban Larraia en El Diario Vasco, Aritz Aranburu ha contado sus sensaciones, su momento, habla de valores como el esfuerzo y la constancia pero, en mi opinión, sobre todo, nos habla de conseguir metas siendo fieles a nosotros mismos.
A la pregunta de los objetivos que se marca para la nueva temporada, Aritz responde que «el objetivo más importante va a ser estar a gusto conmigo mimo y con mi cabeza» Casi nada ¿verdad? Aunque si fuera una sesión de coaching le podríamos preguntar ¿qué es estar a gusto contigo mismo? para que especificara el objetivo, a mi me parece una maravillosa definición. Es un objetivo que, al menos desde fuera, trasmite una persona equilibrada que ha viajado por su vida y que sabe lo que quiere. Este transito parece que queda claro cuando explica la diferencia entre lo que vivió en 2007 y lo que ha conseguido en 2013 «En 2007 logré subir al WCT pero siendo esa la máxima prioridad. Trabajé mucho para ello, lo conseguí y punto. Ahora lo he logrado sin obsesionarme, logrando una estabilidad dentro de un conjunto, de una manera natural. Las cosas, simplemente, han salido» Pero ese simplemente «han salido» que comenta Aritz pueden tener la clave en el inicio de la entrevista en la que señala que «Ha sido, si no el mejor, uno de mis mejores años. Pero no por subir al WCT sino porque he hecho un montón de cosas. He conocido nuevos lugares, en lo de siempre me han salido bien los resultados, he colaborado con ONGs…» Parece que Trabajo + Talento + Tenacidad + Equlibrio de valores = Éxito
Siempre he creído, y cada día con más consistencia, en el deportista como parte integral de una persona. Me resulta complicado imaginar a un deportista con unos valores dentro de la competición y con otros valores diferentes fuera. No niego que haya deportistas así y que incluso puedan conseguir buenos resultados y, es más, que incluso haya deportistas que realicen procesos de coaching centrados única y exclusivamente en su mejora en la parte profesional y que fijen sus metas en las áreas de competición sin analizar la parte personal pero creo que eso es pan para hoy y hambre para mañana. Por eso creo que el ejemplo de Aritz Aranburu es ilustrativo de cómo equlibrando la parte competitiva como deportista profesional con la parte personal, mental y más emocional se pueden obtener grandes resultados y, además, estar más a gusto con uno mismo.
Zorionak Aritz!
* Foto Igor Bellido
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