El 26 de abril de este año escribí en este blog una entrada titulada «Admiración por Maria de Villota». El pasado viernes 11 de octubre de 2013, prácticamente me desperté con la noticia de su muerte. Fue un momento de esos en los que, sin conocer personalmente a la persona, sientes una gran pena.
Como contaba en la entrada de abril, en la Media Marathon de Madrid de este año pude distinguir a María aplaudiendo entre el publico con su característica sonrisa. Automáticamente me salió devolverle el aplauso. Este insignificante gesto se me quedó grabado y aunque ya nunca pueda tener ocasión de contárselo, para mi siempre estará ahí. Mientras corra una carrera siempre recordaré ese aplauso mutuo y su ejemplo de lucha y fuerza.
Hoy he leído que su libro «La vida es un regalo» que estaba previsto que lo presentara hoy, se ha agotado. No sé cuenta gente lo hubiera comprado de no haberse producido este trágico final, yo desde luego sí.
Allá donde estés GRACIAS en mayúsculas María.
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