La pelota a mano, aunque algunos de vosotros la conocéis, es una modalidad deportiva que, a pesar de tener una fiel afición, está muy alejada de los deportes de masas, como pueden ser el fútbol o el baloncesto. Llevaba un tiempo queriendo hablar de Abel Barriola, uno de los profesionales de pelota a mano más destacado en los últimos años, y aprovechado que mañana juega la final del cuatro y medio (una modalidad de la pelota a mano, junto al parejas y al individual en todo el frontón) me parecía un buen momento.
Vaya por delante que solamente conozco a este deportista a través del seguimiento que le hago en los medios de comunicación. Una vez coincidí con él en un entierro en Elizondo, y quise animarle en su proceso de recuperación de la lesión complicadísima que sufrió en abril de 2009, pero no me pareció el lugar más oportuno.
Abel Barriola ha ganado títulos y ha sido finalista en muchas ocasiones pero yo quería ensalzar y destacar su figura como deportista y persona. Hace poco en una entrevista, Barriola señalaba que las virtudes y los defectos de los pelotaris como deportistas y como personas salen a relucir en la cancha, que el deportista es como juega y que si le ves jugar un partido tras otro le verás como es en su vida real. Abel tiene unas grandes virtudes: tiene motivación por lo que hace, es constante, es competitivo, tiene un poder de concentración brutal y además es respetuoso con sus compañeros y con el público.
En estos días previos a la final, y pensando en escribir esta entrada, he estado leyendo los artículos que salían en prensa sobre Barriola y me ha encantado leer uno del Diario de Navarra en el que se habla de la aportación que ha tenido su nuevo botillero Jexux Buldain, y que según relata ha trabajado el coaching y la meditación del budismo zen. Hace ya unos años, entre algunas personas cercanas comenté que Abel Barriola me parecía una persona interesantísima para hacer un proceso de coaching. Cuando le escuchaba o leía sus declaraciones me parecía que tenía una mente abierta y que creía firmemente en el poder que tenemos las personas y, además, me daba la impresión que tenía potencial a desarrollar. Sinceramente me alegra muchísimo que en el mundo de la pelota se trabaje la fuerza interior y se hable del coaching como herramienta para la mejora.
Aunque todo parezca en contra, mantengo mi esperanza en que mañana Abel Barriola cierre su ciclo ganando la txapela (boina de trofeo para el campeón). En cualquier caso, para mi, Barriola ya es un ¡¡inmenso campeón!! ZORIONAK ABEL!!!