Llevaba un tiempo con ganas de retomar el blog, pero hasta estas últimas semanas no tenía temas muy claros, lo que me iba a llevar a escribir post obligatorios algo a lo que me resisto. Ahora parece que la luz vuelve a brillar y van apareciendo temas que compartir.

El primer tema al que le voy a dedicar este post me lo he encontrado en las primeras semanas de este mes de septiembre “¿ya has vuelto a la rutina? “puff dura la vuelta ¿e?” “Nada, pues aquí estamos otra vez” “se acabo lo bueno” “estaría toda la vida de vacaciones”..y así unos cuantos comentarios y preguntas similares. Y mi respuesta externa e interna ha sido que desde que estoy con mi proyecto de Consultoría y Coaching ya no divido mi actividad en vacaciones, puentes o fines de semana, ya no sigo esa lógica laboral. Supongo que algunas personas pensarán que es el mal del autónomo, pero la realidad es que no me importa tener sesiones un domingo, un festivo o en agosto, el tema es que para mi el trabajo es parte de una una actividad que me apasiona con lo que pierde el tradicional significado de «trabajo». Por supuesto, por mucho que te guste lo que haces, siempre necesitas desconexiones para refrescar, para airearte, para re-conectar …aunque reconozco que no es sencillo ya que, en esos momentos, sigo leyendo libros sobre liderazgo, coaching, deportistas…y siguen apareciendo ideas. Ahí reside el núcleo de que tu día a día esté vinculado a lo que te apasiona, no existe esa linea divisoria entre el trabajo y la vida.  Al hilo de esto, hace unos meses conversaba con una persona que me decía que conectaba el disfrutar de tu trabajo con los “afortunados” deportistas o artistas y, además, relacionaba ese disfrute con la parte de recompensa material que dan esas actividades. No concebía el disfrutar del trabajo en otras áreas. No sin pudor, le dije que yo estaba disfrutando mucho de mi nuevas vida, lo cual, paradójicamente, le abrió los ojos.

Dicho esto, y aunque parezca que todo es ideal y maravilloso, la pregunta que puede asomar es ¿Hay momento malos en mi actividad? Principalmente hay momentos de incertidumbre de futuro que creo que en el trabajo por cuenta ajena se disimulan ya que existe una falsa seguridad que te hace sentir seguro de algo que no es del todo seguro. En los proyectos propios  hay momentos duros en los que no ves el fruto a la dedicación, en los que no hay que aprender a bailar bajo la lluvia, simplemente hay que aprender a seguir caminando bajo la lluvia. Lo importante muchas veces no es como te sientes, sino lo que sigues haciendo mientras no te sientes en tu mejor momento.

Todavía hoy me sigo sorprendido de la cantidad de personas que ven el trabajo como un sacrificio, por no decir, algunos, como una tortura diaria. Cada cual elige, o trata de elegir, su forma de vivir y, por supuesto, todo es lícito y respetable. Hay personas que simplemente han seguido un oficio como medio de vida, hay otras personas que quieren trabajar 8 horas, salir, desconectar y a sus hobbies. Mi pregunta es  ¿realmente compensa vivir 5 días de la semana, más de 200 días del año trabajando en algo que no te gusta, que no te llena, que no te aporta? Y más aún cuando preguntas a las personas ¿Qué te gustaría hacer? La respuesta muchas veces es «NADA». Algo tan irreal como vacío que lleva a entender que una parte, no pequeña, de las personas que ganan premios en juegos diversos (loterías, quiniela, etc..) terminan arruinados. Como leía hace poco. la verdadera «lotería» es trabajar en algo que te guste, que te apasione.

Para finalizar el post, os dejo el enlace a un video de una parte de la charla que Pep Guardiola dio hace ya unos años en México, en la que hablaba de dedicarte a lo que te gusta. Solo una discrepancia con su discurso, no creo que sea un consejo únicamente para lo mas jóvenes, también es un consejo para los adultos.

https://www.youtube.com/watch?v=xDVrGL9EuFs