Ayer, viernes 29 de noviembre, se celebró la Asamblea General del Foro de Emprendedores de ADEGI (por cierto mi primera asistencia) con un parte incial cerrada a los miembros del propio Foro, donde se realizó por parte de Josean Rodriguez, coordinador del Foro, y la actual Junta Directiva, de un descargo de las acciones realizadas durante el año 2019 y su correspondencia con el Plan de Acción 2019/2020.

Tras la parte interna, se dio paso a la segunda parte abierta de la Asamblea, donde compartimos  una historia de emprendimiento en el mundo del cine: Moriarti Produkzioak. Representados por Aitor Arregi y Xabier Berzosa, Moriarti Produkzioak, tras recoger multitud de premios por películas como «Handia» , «Loreak» «80 egunean» y, previamente en su trayectoria de cortos cinematográficos «Lucio» o «SaharaMarathon», en estos momentos tienen en liza la «La trinchera infinita», película premiada en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián y que va competir por los Premios Feroz y, casi con seguridad (se conocen el lunes) por los Premios Goya.

Aunque en esta última época las presentaciones con dinámica, juegos, globos y demás acciones recreativas están muy de moda, personalmente siempre me he sentido atraído por los contadores de historias: personas que comparten historias reales, creíbles, con emociones y con aprendizajes útiles. Esto justamente es lo que sentí hicieron Aitor Arregi y Xabier Berzosa en representación del equipo compuesto, además de Aitor y Xabier, por Jose Mari Goenaga, Aitor Garaño y Asier Hacha, más todo el equipo de sonido, vestuario, etc que les ha acompañado en todo este viaje.

Con toques de sentido del humor y, como se recalcó en varios momentos, con una normalidad muy a la «gipuzkoana»,  se complementaron de manera muy dinámica para resumirnos cómo ha sido su historia de emprendimiento. Fue una presentación en la que era difícil coger apuntes porque lo bonito era escuchar el relato, pero me quedé con varias pinceladas que, posiblemente suene familiar a diferentes emprendedores de cualquier sector:

Pasión: lo primero que destacaría es la pasión por lo que hacen. Destacaron que teniendo a Scorsese como referente, «Desde pequeño quise ser un gánster» ese eslogan marca en el sentido de seguir siempre la pulsión de lo que hacen. No olvidarse de seguir el camino, de contar las historias que quieren contar, historias que merezcan ser contada según lo que ellos sienten, hasta el punto de rechaza una oferta de una plataforma digital porque la historia no les gusta. Xabier Berzosa comentó que la plataforma les había dicho que eran los primeros en Europa en rechazar un proyecto con ellos.

Fracaso: comentaron como el fracaso ha sido parte del camino, pero un apunte que realizo Xabi Berzosa me pareció de especial interés, no es el fracaso por el fracaso:  «el fracaso es aprendizaje, pero depende de qué fracaso, depende de cuando falles el golpe no es el mismo. Puede haber un fracaso que te lleve a cerrar la empresa»

Toma de riesgos: «lo más arriesgado es no tomar riesgos» como señalo Aitor Arregi. Enfrentarse a pasar de hacer cortos y otros proyectos a realizar solamente películas fue una toma de decisión, o enfrentarse a una producción como «Handia». En todo proyecto van a aparecer momento de tomar decisiones. Aitor comentaba que una de las mejoras que hay que tener en cuenta es que por ser coherente con una forma de pensar no te lleve a la incoherencia.

Salir de la zona de confort: esta tan manido concepto, y que algunos ya lo toman a cachondeo, para mi es un concepto muy ilustrativo si lo utilizas bien. En este caso, Aitor y Xavier pusieron de ejemplo su salida de la zona de confort rodando el último proyecto «La trinchera infinita» que les llevaba a filmar en castellano y hacer parte del rodaje en Andalucía y parte en Euskadi. Salir de la zona de confort es para mi enfrentarte a un reto que supone superar lo que hasta ese momento conoces y dominas, o incluso supone enfrentarte a un reto mayor en el mismo contexto en el que trabajas.

Equipo: de las entrevistas que les he leído y he escuchado, una de las preguntas que más se repite es la del truco de trabajar 3 directores juntos,  incluso en Handia fue una co-dirección y en «La trinchera infinita» dirigen los 3. La respuesta creo que fue doble; Xabier decía que la clave está en el desapego al nombre, el valor de la película por encima del nombre y del ego, siendo un acto de generosidad muy poco visto en el mundo del cine. Aitor dio dos claves: la primera el conocer los talentos y las capacidades, «yo no soy un genio como Almodovar o Scorsese» y creo que la película va ser mejor con la unión de los 3. Y, por otro lado, el aprendizaje de ser egoísta con la película, con el proyecto, no con uno mismo. Ganar una discusión para tener razón esa noche no tiene sentido. Este defecto existe en mucho equipos de todos los ámbitos, convertir las discusiones del problema, que en sí son sanas para el crecimiento del equipo, en discusiones de personas.

Me quedé con estos puntos como aprendizaje del buen rato que nos hicieron pasar.

Historias de emprendedores que conllevan aprendizaje reales.

Mila esker, muchas gracias, Xabier eta Aitor.